Finalmente los gatos sólo son gatos y las nubes no son sino nubes y yo soy, definitivamente, yo. Entonces se es adulto y se puede morir. Ella no era sólo ella, sino los gatos y las nubes y la poesía y los latigazos y las cámaras de gas y las estrellas y su propia muerte. -José B. Adolph
4.1.11
volver a reir como en la fiesta de Año Nuevo
No quiero comenzar mal el año. Ayer sólo fue un lapsus, total ayer se cumplió un año sin que nadie lo supiera shhhshhh, es bonito tener secretos. Es hora de elegir, qué estupida para no ponerme escote hoy día, para venirme en un simple polo plomo de manga corta. Quiero un Bob Harris que me diga que no soy incorregible, que alguien pudiera haberse arrodillado al lado de mi cama ayer, no tú, ni tú, ni tú, alguien que me haya acariciado el cabello, tocado suavemente el hombro y dicho en voz bajita que todo va a estar bien mañana, que sonría al verme dormida, y cierre la puerta despacio para no hacer bulla. Porque, sí pues, voy de un extremo a otro tan convenientemente, y es tan idiota y tan fácil llamarse bipolar que no quiero, que me lo diagnosticaron hace tiempo pero que no lo acepto. Como ya no acepto las pastillas, el agua, lo único que me meto a la boca estos días. Puse una película y dije sí, soy ella una vez más, una vez más perdida, una vez más lágrimas en las mejillas. No quise música, la migraña comienza a afectar, pero no quiero más.
los sudores y las sábanas me transportan y así me quedo dormida. chau le digo a ese día.
Hay:
dormir,
elecciones,
escote,
extremos,
música,
pastillas,
películas,
Perdidos en Tokio,
risas
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