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11.8.16

Contra los fantasmas

Me gusta ir al centro comercial, las luces del centro comercial. Me gusta pararme en el centro del parque y ver la gente pasar. Sentarme en una banquita del parque Kennedy a ver la gente pasar. Me gusta oler a agua florida después de bañarme y que no me importe nada más. Me gusta el olor a mandarina, a pólvora, y a chicle de sandía, pero no mucho el olor a menta. Me gusta mirarme los ojos en el espejo y descubrir algo nuevo. Me gusta mirarme en su espejo y seguir descubriendo. Me gusta el agua correr por mis piernas. Me gusta fumar un cigarro tras otro, pero a veces no me gusta ese mismo olor por las mañanas. Me gusta vivir apasionadamente aunque los problemas aparecen. Me gustan los colores, casi todos los colores. Me gusta andar como perdida y encontrar el rumbo después de unos minutos. Me gusta la playa, en invierno, en verano, cuando sea, donde sea. Me gusta que ella me haya dicho que me tengo que sanar, siempre hay algo por sanar. Me gustan las palabras de la gente sencilla, y decir buenos días, buenos días. Me gusta la nostalgia detrás de las ventanas de los buses grandes. Me gusta volver a reconocerme cada día, y luchar contra los fantasmas, que ya desaparecerán, pero vamos, alguno siempre quedará. Me gusta la rebeldía (no toda) que se torna en felicidad.



3.7.16

Momentos





los días sola
la manzana verde
el libro abierto
el airecito frío
las casitas al lado
de la playa
donde no estarán
nunca estarán
ellos niegan la fe
de las cosas incorrectas
de los perros ladrando a lo lejos

ahora
el vestido azul
en la avenida
pegado a la piel
que el viento desestabilice
los pies los zapatos los tacos
y sentir la mirada de otro perro ladrand0o
a los lejos

un cigarro tras otro
las canciones melodías sonrisas
de sorpresas en el parque
mis palabras seguirán atolondradas
sin sentido
pero el amor
la intensidad la tranquilidad
y los perros siguen ladrando
los acaricio y la felicidad está

6.3.16

Dulce

el olor a mango
a infancia recortada
deja dormir el verano ya no pesa así
la libertad de tocar el cielo y el suelo
de tomar el tren ir hasta Villa El Salvador
hasta la última estación

el olor a mango
y los 90 que regresaron
a decir acá estamos acá nos quedamos
acá pasamos navidad año nuevo semana santa

(mientras
de pronto se leen historias de amores descontrolados
intensos
rock drogas fuertes alcohol gatos que hablan
y que aparecen en los sueños psicodélicos
donde ya no estás
vamos a decir bien ya no estás)

el olor a mango
a corral de viejos patos
pollitos que se mueren de frío
a pesar del calor de ella
a pesar de la luz de ella
a pesar de la libertad
y del olor a fruta tardía
que está por arrojarme a la orilla
una vez más