Páginas

5.4.11

Señorita Anna O.


















Te la debemos Anna
tú nombre es tan capicúa
como los boletos que no encontré
que me encontraron

la enfermedad
¿de dónde? te habrás preguntado
como me pregunto mil veces hoy
mientras doy vueltas en mi teatro diurno
gracias a ti desde hoy

los doctores han llamado
hoy me atenderán fuera de turno ¿te das cuenta?
yo no quiero salir embarazada de ninguno de ellos
yo a ti te creo

el cielo me lo imagino azul cuando tú lo miras
el consultorio, viejo y con dos tazas vacías
tú cuerpo tendido sobre el diván
mi cuerpo se desvanece allí
nos evaporamos, Anna, y es bello ver así
defendiéndonos

el hospital
hoy volveré al hospital
mañana ya no
por ella tal vez
por él también

No hay comentarios: