Pero esos momentos son tan geniales como la gelatina blanca que venden los chinos por el mercado del Callao o a la vuelta de mi casa.
Y es que cuando haces lo que quieres, cuando sigues a los deseitos, cuando es tan fácil como reir sinceramente... te sientes genial realmente, genial al llegar a tu casa de noche, con todo lo vivido y con lo que aún falta por sentir.
2009: Hace unos meses, regresé a las tablas (y fue un estruendoso awwww).
Diciembre: Hoy regresé a las cámaras.
Todo el día grabando. Protagonista del cortometraje. Y sí, puede que esté algo cansada pero no aburrida; nunca podría aburrirme de actuar. He ahí cuando das cuenta de lo divertido de hacer lo que te gusta.
Y no importa si me quede toda pintarrajeada.Hola teatro. Hola actuación.
Punto aparte, y no tan aparte, porque sería como la segunda parte (del post): Ayer apareciste y me salvaste, again, y sin querer (yo). Y no importa si los cobradores no nombran el paradero como queremos porque nosotros podemos intercambiar barcos y besos. Chau noviembre favorito.
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